ProtEJE Acapulco
Inyección Manglar y Costura Verde

Debido a la emergencia climática nuestras ciudades y territorios son cada vez más vulnerables, los eventos climáticos se volverán más potentes y frecuentes y la planificación, prevención y gestión de riesgo es indispensable para que las ciudades sean capaces de reducir los daños y proteger la vida. En el estudio de la reducción de riesgos de desastres explican que los desastres naturales no existen porque no son naturales, son eventos construidos socialmente cuyos graves estragos a nivel humano no dependen de la naturaleza sino de una inadecuada urbanización, falta de planeación, condiciones inseguras, insalubridad, desigualdad y pobreza (Alcántara Ayala, 2021) y teniendo esto en mente, es posible imaginar tanto las limitaciones como las responsabilidades humanas.

El caso acontecido en Acapulco de Juárez es una muestra de todo lo anterior y exige por lo tanto medidas que fomenten un estrecho vínculo entre naturaleza y ciudad. Más allá del desastre, se visualiza una oportunidad para reestructurar una ciudad que se construye y crece sin una lógica adaptativa del entorno natural que lo rodea. Es necesaria reformular la manera en que el desarrollo urbano y los ecosistemas costeros funcionan, y esto implica cambios drásticos.

El huracán Otis y eventos anteriores han demostrado que la vulnerabilidad ante eventos climáticos extremos es un sin duda alguna, un problema por resolver sobre todo visibiliza la susceptibilidad de las zonas de ladera y las desigualdades existentes. Se reconoce que la ciudad ha fallado en la defensa de sus recursos naturales (especialmente ríos, manglares y playas), en la poca atención al riesgo y falta de preparación ante el mismo y por supuesto en las múltiples aristas de una urbanización descontrolada, poniendo en riesgo tanto a la infraestructura urbana como la vida de sus habitantes.

El proyecto establece dos áreas de aplicación, la primera, de mayor escala, se enfoca en áreas específicas de Acapulco y Coyuca de Benítez, municipios que han experimentado una pérdida significativa de manglares y están sujetas a riesgos relacionados con la degradación ambiental y los fenómenos naturales; y la segunda que está más enfocada en la línea de costa y la urbanización entre sus dos áreas naturales protegidas.

La propuesta "ProtEJE busca abordar los desafíos de resiliencia urbana desarrollando estrategias que fortalezcan la capacidad de la ciudad para resistir, adaptarse y recuperarse frente a impactos adversos mediante acciones de mitigación basadas en la naturaleza. La propuesta se compone por lo tanto de tres ejes principales.

El primero de ellos involucra hacer uso de los servicios ecosistémicos de los manglares y otros tipos de humedales, ya que se reconocen como ecosistemas cruciales para la protección costera, la biodiversidad y la mitigación del cambio climático.

Se reconoce la degradación y pérdida de los manglares en la costa de Acapulco debido a la urbanización descontrolada, la deforestación y la contaminación, lo contribuye a la disminución de la cobertura de manglares en la región y a su vez a la afectación de otras especies. Se busca abordar estos desafíos con estrategias centradas en la restauración, protección y multiplicación de manglares en Acapulco y Coyuca de Benítez, destacando los casos de la Laguna Negra de Puerto Marqués y la Laguna de 3 Palos, que previo al desastre ya enfrentaban amenazas.

El objetivo es fortalecer la resiliencia de las comunidades costeras, apoyar economías locales como la pesca y fomentar el ecoturismo como una alternativa viable para recuperar el potencial de Acapulco como atractivo turístico. Este eje estratégico incluye la creación de viveros de manglares con tecnologías innovadoras para la propagación acelerada de plántulas adaptadas a las condiciones locales, así como la restauración de manglares naturales mediante la replantación y protección de áreas degradadas, además de establecer humedales artificiales en la línea de costa como barreras naturales contra la erosión y cambios en las mareas.

El segundo eje se ocupa de los cauces de agua que vienen de las cotas altas al mar ya que se considera que presentan graves problemas de contaminación y no han tenido una gestión hídrica adecuada, además en algunos casos representan barreras urbanas para la comunidad. Por lo tanto, exigen ser replanteados, respetados y aprovechados. Ríos, como el río Papagayo y el río La Sabana, son vitales para la ciudad, pero también representan amenazas durante eventos de lluvias intensas si no se gestionan adecuadamente. La intervención de estos cauces no solo contribuirá a mejorar la gestión de las aguas pluviales y reducir el riesgo de inundaciones en Acapulco, sino que también proporcionará áreas verdes de recreación y promoverá la conexión entre la ciudad y el entorno natural.

Se plantea entonces la intervención de los ríos y sus desembocaduras para transformarse en corredores verdes y fluviales, esto implica invertir en la recuperación de estos cauces de agua y respetar áreas que no son aptas para la urbanización. La estrategia contempla generar una red de espacios públicos y el uso de humedales artificiales, gestionando efectivamente el flujo de agua y reduciendo el riesgo de inundaciones en áreas urbanas. Estos corredores verdes no solo servirían como áreas de recreación, sino también como elementos de retención y filtración del agua que fomenten un paisaje integral y el equilibrio ecológico.

Las infraestructuras grises convencionales no sólo son insuficientes ante el desastre al ser receptoras inmediatas de daño, también están desigualmente distribuidas ypor ello se vuelve tan necesario complementarlas con la implementación de una infraestructura verde y azul que propicien calidad ambiental y mejoren también la calidad de vida de los habitantes.

El tercer eje busca responder a las necesidades de la población al impulsar los equipamientos suficientes para el funcionamiento óptimo de la ciudad, esto implica por supuesto, fortalecer los existentes, pero también aprovechar los corredores propuestos y la red de espacios públicos para buscar una distribución equitativa de los mismos. El proponer equipamientos educativos, de salud, abastecimiento, deportivos y culturales también involucra mejorar la dotación de servicios y la conectividad existentes, además son justamente las escuelas, centros comunitarios y de salud las edificaciones que por tamaño y ubicación funcionan como refugios en circunstancias extremas por lo que estas edificaciones deben contemplar criterios de seguridad e incluso ir más allá, pensando en cómo lograr que generen energía y recolecten agua.

En conjunto, estas acciones fortalecerán la resiliencia urbana de Acapulco, protegiendo a sus habitantes y su entorno natural de los impactos del cambio climático y otros riesgos asociados, al tiempo que se promueve la revitalización de la ciudad y su conexión con su pasado dorado.

Finalmente, la identificación, monitoreo y estudio de los fenómenos climáticos resulta esencial para comprender y gestionar adecuadamente los procesos que ocurren en la línea de costa y garantizar la sostenibilidad de nuestras ciudades y territorios. Aprender de la naturaleza no solo significa su observación y estudio, sino que ir más allá y utilizar lo aprendido para recuperar y completar los ciclos, por ejemplo, con soluciones basadas en la naturaleza.

La propuesta integra principios de sostenibilidad y resiliencia al fortalecer la protección costera, promover la biodiversidad y mitigar los impactos del cambio climático. Se prioriza la eficiencia energética, ambiental y la gestión del agua, así como la adaptación al cambio climático y la consideración de fenómenos naturales como inundaciones y huracanes. Además, se fomenta la movilidad sostenible y se promueve la participación ciudadana en el proceso de revitalización.

La implementación de "ProtEJE Acapulco" proporcionará beneficios significativos a la comunidad y a la ciudad en general.

Esto incluye una mejora en la calidad de vida de los habitantes, la revitalización de la zona costera, el fortalecimiento de la resiliencia urbana y la protección del entorno natural. Además, se fomentará la participación ciudadana y se promoverá un desarrollo más sostenible y equitativo.

El plan de implementación de la propuesta incluye la colaboración con instituciones locales, plazos claros y asignación de recursos adecuados. Se establecerán equipos multidisciplinarios para llevar a cabo las diferentes etapas del proyecto, asegurando una ejecución eficiente y coordinada. Se priorizará la formación dealianzas con la comunidad local y se garantizará la transparencia en todas las etapas del proceso.

Para medir el impacto de la propuesta una vez implementada, se establecerán indicadores clave relacionados con la protección costera, la biodiversidad, la resiliencia urbana y la participación ciudadana. Se realizarán evaluaciones periódicas para garantizar que se alcancen los objetivos establecidos y se realizarán ajustes según sea necesario para mejorar la efectividad del proyecto.

En las láminas se proporcionan visualizaciones gráficas que ayudan a comprender mejor la propuesta, incluyendo planos, dibujos, renders y diagramas que ilustren las diferentes estrategias del proyecto y su impacto en el entorno urbano y natural. En las mismas también se contemplan imágenes y planos del área donde se implementará la propuesta, que reflejan el contexto Físico, destacando la integración con el entorno urbano y natural. Esto ayudará a visualizar cómo "ProtEJE Acapulco" se adapta al paisaje existente y contribuye a la revitalización de la zona costera.

Fuentes citadas
Alcántara Ayala, I. (2021, 14 octubre). Desastres: hacia la comprensión y concientización del riesgo y su inaplazable reducción. En COUS UNAM. YouTube. Después del 2030: Mujeres Líderes Por un Futuro Sustentable, México. https://www.youtube.com/watch?v=Ljulcpsamf0